" No es exagerado afirmar que la inmigración hace que nos tengamos que cuestionar el estado de bienestar en el que vivimos, la calidad de las leyes que regulan nuestra vida diaria y los principios éticos que rigen nuestra sociedad. Y precisamente porque nos obliga a reflexionar sobre estas cuestiones la inmigración nos resulta molesta.
Ocurre que mientras los estudios afirman que la inmigraron contribuye al crecimiento económico la tensión se rebaja destacando el aspecto utilitarista del fenómeno. Pero si los recursos escasean y el miedo se instala en la sociedad, la inmigración reaparece, sigue ahí y pone al desnudo nuestras carencias.
Y como la vida útil del inmigrante ha finalizado no parece que haya muchas razones para aguantar a quien de manera impertinente reclama su condición ciudadana, así que les invitaremos a que abandonen nuestros municipios."
( Conclusiones Informe SOS RAcismo 2011)