"Lo que viene sucediendo en Ceuta y Melilla, y por extensión, en la frontera sur de la Unión Europea, es una tragedia ante la que es preciso actuar de manera inmediata poniendo en marcha medidas ajustadas a la legislación nacional, europea e internacional que garanticen el respeto de los derechos humanos y el principio de no devolución. Reclamamos la implicación tanto del gobierno español como de la Unión Europea en el desarrollo de estas medidas."