El País, 30-06-2013. Francia tiene miedo de ese mundo sin reglas ni derechos que gira a mil por hora. Pero también se asusta de sí misma. Cada poco tiempo se produce un sobresalto, aparecen las fobias, la desconfianza y la rabia acumulada en los pliegues producidos por el paro, la recesión y un sistema social partido en tres pedazos: las élites, la gran clase media y los olvidados.
Noticia completa