
elpais.es "El vuelo de expulsión de este joven maliense es uno de los siete organizados por el Ministerio del Interior desde el pasado junio. Esta es la historia de un joven abandonado a su propia suerte en la frontera de Malí tras un duro periplo propiciado, en parte, por las autoridades españolas y europeas. Mody Cissoko, un joven maliense de 23 años, huyó en noviembre de la violencia y pobreza de su país y alcanzó la costa de Senegal. Se metió en un bote y llegó a las islas Canarias en una peligrosa travesía que cada vez emprenden más migrantes.
Cissoko pasó 54 días encerrado en un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) en Las Palmas de Gran Canaria hasta que la madrugada del 20 de enero, insomne, fue el primero en oír los golpes en la puerta. En su celda había seis internos y una mujer escoltada por dos policías les anunciaba en francés: “Os vais a Mauritania, vuestro avión sale a las 11”