
Subsaharianos que no logran llegar a Europa permanecen bloqueados en Níger por la vergüenza de volver a casa.
Níger se ha convertido en el refugio de mil vidas suspendidas. Jóvenes subsaharianos que han fracasado en su intento de llegar a Europa y que han abandonado su ruta por miedo, tras sufrir experiencias traumáticas o quedarse sin dinero, permanecen bloqueados en territorio nigerino sin opciones ni voluntad de seguir hacia delante ni de regresar a sus países.
Son los habitantes de un limbo terrenal con sabor a derrota que no salen en las estadísticas pero que ilustran la desesperanza de quienes han abandonado a la fuerza el sueño migratorio hacia el Viejo Continente.