
Artículo Opinión, SAMI NAÏR. 21-21-2020. No es, lamentablemente, nuevo. Ahora sabemos que los abusos contra los derechos humanos por parte de Frontex, la agencia policial de la UE encargada de controlar las fronteras exteriores, pueden volverse sistemáticos. Y, desde los inicios, evitables, por efecto del deber de diligencia de las instituciones comunitarias. Ya, en 2013, el Defensor del Pueblo europeo ponía en evidencia algunas prácticas turbias de esta agencia. Hoy varias ONG del proyecto Border Violence Monitoring Network publican un informe riguroso, contundente y extenso (1.500 páginas, 900 casos analizados y 12.600 víctimas).
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