
Público.es "Decenas de ciudadanos marroquíes, la gran mayoría personas mayores y mujeres con hijos, llevan dos meses viviendo en furgones y en una sala de la mezquita a la espera de poder regresar a su país, mientras el Gobierno de la ciudad mira hacia otro lado.
Setenta personas permanecen acogidas en la mezquita que preside este lugar sagrado. Todos ellos son ciudadanos marroquíes, en su mayoría personas mayores o mujeres solas son hijos pequeños, que se quedaron varados en la ciudad autónoma tras el cierre de la frontera con Marruecos al inicio del estado de alarma.