La Vanguardia, 10-09-2021. Es un combate desigual donde los haya, entre todo un campeón de los pesos pesados y un peso pluma famélico, agotado por el viaje y la tensión psicológica de jugarse la vida. Pero Boris Johnson está dispuesto a hacer lo que sea para que los inmigrantes no vengan ilegalmente a la Inglaterra post-Brexit, incluso algo tan radical como autorizar a los buques de la Royal Navy a que hagan que las pateras den media vuelta en el canal de la Mancha y regresen a Francia. La policía de fronteras y los royal marines llevan dos años entrenándose para este tipo de operaciones. Ahora el primer ministro ha firmado la orden ejecutiva que las hará posible “en cuanto sea práctico y seguro”, a pesar de las advertencias de que podría ir contra las prácticas del derecho marítimo y las normas del derecho internacional. La paciencia de Londres se ha agotado con la llegada esta semana por mar de otros dos mil quinientos solicitantes de asilo (quince mil en lo que va de año).
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