El Correo, 29-08-2012. Agarrados a la esperanza de ese hogar alternativo que prometió François Hollande durante su campaña electoral, niños y adultos cargados con sus escasas pertenencias en maletas y bolsas plásticas dirigían ayer sus miradas al ayuntamiento de Evry en busca de respuestas. Dejaban atrás por la fuerza el que había sido su refugio desde hace cuatro meses. Las autoridades de esa localidad situada a apenas 25 kilómetros de París dieron a la Policía una orden clara: desalojar el campamento ilegal, en el que vivían alrededor de 70 gitanos, entre ellos una veintena de menores. Los motivos, una «insoportable» situación sanitaria y de seguridad.
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