El País, 31-08-2012. Si se le pregunta a José María Molero, médico de familia en un centro de salud de Villaverde Alto, al sur de Madrid, por qué se ha declarado objetor ante la retirada de la asistencia sanitaria gratuita a los inmigrantes en situación irregular, su respuesta es de lo más concisa: “Tengo un compromiso con mis pacientes”. Unos pacientes que, en el barrio donde trabaja, igual pueden ser españoles que latinoamericanos o marroquíes.
Noticia completa